lunes, 28 de octubre de 2019

"El cráneo de la mariposa", poema publicado en la revista virtual El Zarzo, 2015.



El cráneo de la mariposa


Pende de la rama un ángel de ébano
Con el arte perdido en las alas quebradas
Pende un rostro caído en el color de las lanzas
Cuelga un corazón constelado del cielo
Cantos de arena cercenan la garganta.

Ojos nocturnos en lo alto se vuelcan
Piel tejida de héroe sobre yugos de lira
Regresa a envolver el cuerpo perforado
El asesino viste de púas y arietes
En ritual agudo a tu cabeza mira
No regreses más, no regreses.

En previas noches al cristal recogiste los pasos
Pintaste tu seda en buen augurio para el labriego
Desbordaste sobre las calles la boca llena de polvo
Ápices de néctar en los días florecieron
Había en tu lengua, tu lengua de copa larga
Uvas secas para el hambre del corvo negro.

Aureolas largas como cuellos de cuernos
En la oquedad del hueso acunaron los arrullos
Aleteos de rebaños cantaron al largo sueño
Acunaron en notas al capullo.

No vengas a mi especie
No equivoques el rumbo
Me desangraría si tus cuernas cortasen
Maldito de mí, nectario verdugo.

Mis raíces antiguas no sabrían regresar
Lo olvidaría todo, tu nombre de diosa
Tu condición de huérfana mortal
No sabría del nudo donde nacen al viento los nervios
Ninguna ala de buey sabría al polen labrar.

Tranquila Monarca, pastea las brisas
Ojos serenos vuelan al tacto
Ninguna espina a tu lomo acecha
Los campos de ninfas los guarda el astado
Rojas gigantes el pecho le alivian.

Cuando la puerta del sol ofrezca el fin
Ofrece tú la rama de los colgados
La pared despintada de cabezas huecas
Y el dintel de los garfios derrotados.

En el cuero vivo siembra tus alas silenciosas
La cabeza hallará el cuerpo
Galopa el aire que amas…
Toro-mariposa.


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